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La sorprendente mezcla: té verde y leche

Prepare el té verde: comience calentando agua justo antes de hervir (alrededor de 80-85 °C o 176-185 °F). Es mejor preparar el té verde a una temperatura más baja para evitar el amargor. Remoje la bolsita o las hojas de té verde en agua caliente durante unos 3 minutos.

Calienta la leche: Mientras se prepara el té, calienta suavemente la leche. Si utiliza leche de vaca, tenga cuidado de no hervirla, ya que esto puede alterar el sabor y el contenido nutricional. Para una alternativa a base de plantas, solo asegúrese de que esté caliente a su gusto.

Combinar: Una vez que el té esté preparado con la concentración deseada, retire la bolsita de té o cuele las hojas y mezcle con la leche tibia.

Prueba la Sorpresa: ¡Disfruta de tu creación! La textura cremosa de la leche suaviza el sabor picante del té verde, creando una bebida armoniosa y reconfortante.

Los beneficios revelados

Esta mezcla de té verde y leche ofrece una experiencia relajante, perfecta para quienes buscan una bebida reconfortante que no comprometa los beneficios para la salud. Es un testimonio del poder de los ingredientes simples que se combinan para crear algo inesperadamente delicioso. Ya sea que esté comenzando la mañana, buscando un estimulante por la tarde o relajándose para la noche, esta mezcla es una opción versátil que promete sorprender y satisfacer.

Así que la próxima vez que estés reflexionando sobre tu selección de té, considera buscar también ese cartón de leche. Quizás descubras tu nueva bebida favorita que trae lo mejor de ambos mundos a tu taza.

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