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Direcciones:
Precalentar y preparar: Comience precalentando el horno a 400 °F. Forre una bandeja para hornear grande con papel de aluminio y rocíela con aceite en aerosol antiadherente para evitar que se pegue.
Prepare la mezcla de albóndigas: En un tazón grande, combine el pan rallado y la leche, asegurándose de que el pan rallado esté completamente cubierto. Déjelo reposar durante unos 5 minutos hasta que el líquido casi se absorba. Agregue los huevos, la sal, la pimienta, ⅓ del parmesano, el perejil, la albahaca y el orégano, revolviendo hasta que estén bien combinados. Incorpora suavemente la carne molida hasta que esté mezclada, luego forma bolas de 2½ pulgadas con la mezcla.
Hornear albóndigas: Coloque las albóndigas en la bandeja para hornear preparada y hornee durante 20 a 25 minutos hasta que estén doradas y bien cocidas. Para obtener un color más intenso, ásalos durante 2 o 3 minutos más.
Prepare la salsa: Mientras se hornean las albóndigas, prepare la salsa calentando salsa marinara comprada en la tienda o haciendo su propia versión casera.
Armar y hornear: Unte una sartén con aceite de canola o aceite en aerosol antiadherente. Unte 1 taza de salsa en la sartén, espolvoree con ⅓ de parmesano rallado y luego coloque las albóndigas con espacio entre ellas. Vierta el resto de la salsa sobre las albóndigas y espolvoree con otro tercio de parmesano. Transfiera la sartén al horno y hornee a 375°F durante 20-30 minutos hasta que la salsa esté caliente y burbujeante.
Agregue queso: cubra cada albóndiga con una rodaja de mozzarella fresca y el resto del queso parmesano. Continúe horneando hasta que el queso se derrita y se dore ligeramente.
Servir: Deje que las albóndigas parmesanas se enfríen durante 5 a 10 minutos antes de servir. Combínelo con una baguette italiana tostada y una ensalada para obtener una comida completa y satisfactoria.

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